jueves, 21 de marzo de 2019

Bienvenido otoño!

Cuidados básicos de la piel en otoño
A medida que se alejan los días de sol, solemos disminuir los cuidados que le proporcionamos a nuestra piel durante las vacaciones.

Pero no debemos olvidar que el fin del verano trae aparejadas alteraciones cutáneas tales como deshidratación, resequedad y opacidad producto de los rayos solares, la arena, el agua de mar, el cloro de las piletas, el aire acondicionado y las variaciones bruscas de temperaturaa las que nuestra piel estuvo expuesta a lo largo de la temporada estival.

El otoño es una estación complicada por los cambios continuos en el tiempo, pero es también la estación ideal para ayudar a la piel a recuperase de los estragos y excesos del verano y prepararla para los rigores del invierno. 

La principal recomendación es: SEGUIR USANDO PROTECTOR SOLAR!


En verano nos cuidamos más la piel, no vamos tan tapados y somos conscientes de la necesidad de usar fotoprotección. Sin embargo, cuando llega el mal tiempo, bajamos la guardia.

Los rayos solares resultan nocivos no solo en verano; tenemos que usar protección todo el año. Incluso las personas que trabajan en oficinas soleadas o como conductores de autos, ya que la radiación ultravioleta puede dañar la piel incluso a través de los cristales y en días nublados ya que más del 80% de la radiación ultravioleta traspasa las nubes.

La cantidad de protección debe ser la misma durante todo el año. Sólo en verano es mayor la frecuencia en que debemos retocarlo porque transpiramos más o nos bañamos en el mar.

Es muy importante también acordarse de hacerse un chequeo anual para diagnosticar y prevenir lesiones malignas ocasionadas por la radiación solar. 

Existe una tendencia a cuidar la piel del rostro y olvidar el resto del cuerpo. Tiene sentido porque la cara cumple una función social, y está permanente expuesta, pero deberíamos proteger e hidratar todo el cuerpo, en especial brazos y piernas, que al igual que la piel de la cara, son las que sufren más la exposición al frío

Nos tenemos que acordar también de seguir hidratándonos!
Nuestro cuerpo necesita una hidratación adecuada a nuestra edad y a nuestro ritmo de vida. Así que tomar agua es una parte fundamental. Y no es un tema menor, porque como ya no hace tanto calor como en verano a veces no sentimos la necesidad de tomar agua.

La higiene diaria la debemos realizar con agua no demasiada caliente. Por mucho que el cuerpo nos pida una ducha caliente, por eso de que por las mañanas empieza a hacer frío, no debemos caer en la tentación y recordar que el agua caliente daña la epidermis.

Pero la parte de nuestro cuerpo que más sufre los rigores del tiempo es el rostro. Es la parte más expuesta al viento, sol y la contaminación. Por eso es importante limpiar el rostro todos los días al acostarse y al levantarse.


Si usamos maquillaje hay que desmaquillarse siempre antes de irse a dormir. Porque un maquillaje mal eliminado puede provocar muchos problemas en la piel. Desde la obstrucción de poros, hasta reacciones cutáneas no deseadas.

La alimentación es otro aspecto muy importante a tener en cuenta. Los nutrientes de los vegetales colaboran para favorecer la salud de la piel, especialmente aquellos ricos en antioxidantes como la zanahoria, el tomate, el brócoli y los frutos secos.

Los antioxidantes actúan en profundidad sobre las células combatiendo el proceso oxidativo, pero también a través de frutas, verduras y jugos naturales, que desde el interior también proporcionan a la piel efectos beneficiosos. 


Si tienes daños en la piel es probable que estés sufriendo también un envejecimiento prematuro, así que usa el otoño para reparar eso. 

Cuidados de la piel en otoño según el Ayurveda
El Ayurveda es un antiquísimo arte de curar, que se practica en India desde hace más de 5000 años en forma ininterrumpida. En el idioma sánscrito “Ayur” significa vida y “Veda” conocimiento. Literalmente significa “la ciencia de la vida”. 
Es una ciencia que guía a los seres humanos hacia su equilibrio natural. Tiene como objetivo lograr nuestro bienestar integral.  A través de sus herramientas, busca el mantenimiento de la salud, la prevención de enfermedades y la longevidad



Según el Ayurveda, nuestro cuerpo está regido por 3 energías dinámicas, o doshas (constituciones): Vata, Pitta y Kapha. Estas 3 energías fluctúan todo el tiempo en nuestro organismo, produciendo equilibrios y desequilibrios que se traducen en un buen estado de salud, o por el contrario en alguna enfermedad. Nuestra constitución dóshica lo que va a mostrar es nuestra tendencia al desequilibrio con el paso del tiempo.

Algunas personas frente al frío reaccionan con alegría y a otras les provoca desequilibrio, y lo inverso frente al calor; hay personas que cuando tienen un problema sufren de insomnio y otras duermen más que de costumbre… todo esto nos va dando el dato de nuestro “tipo” de constitución. Los Vedas parten de la base de que cada uno de nosotros somos únicos e irrepetibles, pero todos tenemos elementos a través de los cuales nos podemos agrupar: los ojos, la altura, los tipos corporales…


Otoño y doshas
El Ayurveda presta mucha atención a las estaciones del año, y en particular al Otoño. 
El otoño, conocido en Ayurveda con el nombre de Sárad, es una época crucial en la que es necesario preparar a nuestro organismo de cara al invierno.

El otoño, al igual que la primavera, es una estación de transición, en Ayurveda a  estos cambios de estación se les conoce como rtu-sandhi, es un tiempo crítico en el que nuestro organismo puede desequilibrarse fácilmente, también es época de sentirnos con menos energía, más cansados, e incluso poder experimentar alguna bajada de nuestro estado de ánimo.
Durante el verano estuvimos acumulando calor en nuestro cuerpo, esto se transforma en un aumento del dosha Pitta, nuestros tejidos se secarony ahora con la llegada del frío esta sequedad tiene tendencia a aumentar mucho más. Por ello, con la llegada del otoño lo que nos vamos a encontrar es con un aumento del dosha Vata (frío y sequedad) y es este dosha el que tenemos que intentar controlar y que no se nos agrave.
Es justo ahora el tiempo en el que debemos de cuidar y mimar nuestro cuerpo para que el invierno nos encuentre fuertes, con unas defensas elevadas y podamos evitar, en la medida de lo posible, las gripes, infecciones y demás afecciones típicas del invierno.


Las características del tiempo que viene es frío y seco (características Vata) así que hay que tener cuidado de que nuestro dosha no se desequilibre. El Vata sube rápidamente en la época de lluvias que caracteriza el principio del otoño. También aumenta un poco la energía Pitta, y más adelante, ya entrado el invierno, Vata se estabiliza y Pitta aumentará más drásticamente. Pero vamos a centrarnos hoy en el aumento de Vata.

Para todos nosotros, ya seamos de constitución de nacimiento Vata, Pitta o Kapha, nos será conveniente, para nuestra salud y para estar mejor preparados para el invierno, tomar acciones para no acrecentar el Vata en nuestros cuerpos. Un aumento de Vata podría acarrear malestares como resfríos, tos seca, pérdida de la voz, dolor de articulaciones, malas digestiones, escalofríos, debilidad general, sequedad en la piel, entre otros.

Escuchemos a nuestro cuerpo, aprendamos a reconocer los numerosos mensajes que nos envía. Él sabe mantenernos sanos. Promovamos la salud preventiva y no una medicina curativa, ya sea natural o química. La prevención es la mejor herramienta para nuestro cuerpo.

De esta manera, algunas señales de que tenemos un desequilibrio por aumento de Vata en nuestro organismo serían:
•    Piel reseca 
•    Labios partidos
•    Estreñimiento 
•    Inflamación del abdomen
•    Gases
•    Ansiedad, miedo
•    Falta de concentración

Alimentación
Para conseguir que el dosha Vata no se descontrole, lo primero y más importante es  que nos centremos  en llevar una alimentación adecuada para él.
La Piel es nuestro órgano más grande y más expuesto. Según el Ayurveda, está relacionado con el tacto y el elemento aire.  En la búsqueda de la belleza y la salud los antiguos sabios de la India (Rishis) sabían que la piel era el reflejo del estado nutricional del individuo, y cuando digo nutricional no sólo me refiero a los alimentos, sino también a las emociones. La armonía de nuestro cuerpo y mente se refleja en este tejido,por lo tanto para garantizar su salud son imprescindibles los siguientes consejos generales:

Una alimentación balanceada y adaptada a la constitución, al estilo de vida y a la estación del año. 
Si Vata es frío, ventoso y seco, buscaremos trabajar con calor y suntuosidad en todos los ámbitos de nuestra vida como lo son alimentación, estilo de vida y vestimenta, por ejemplo.

En la época del otoño es mucho más importante comer una alimentación sátvica:son alimentos que están más cercanos a la fuente de la vida, que es el sol. Nosotros hablamos del prana y la gente piensa que es un concepto sutil, y no. El prana lo podemos relacionar con al clorofila. La clorofila produce el intercambio de oxígeno y anhídrido carbónico por acción del sol y permite la vida en el planeta. En la medida que una persona consuma más alimentos que están más cerca de esta fuente vital va a ser más vitales. Si uno come el vegetal recién cortado, está muy cerca. Si uno come el animal que come ese vegetal, está más lejos. Y si uno come la conserva de ese animal, está más lejos todavía. Una alimentación sátvica es más adecuada.

Para empezar el día:
Empezar el día raspándonos la lengua, y tomando luego agua caliente con limón, para depurar el tracto digestivo y alcalinizarnos. A lo largo del día también podemos tomar agua hervida a temperatura ambiente a la que añadimos un poco de miel; esto nos ayudara a calmar el dosha vata y a eliminar toxinas. O simplemente agua caliente a pequeños sorbos durante el día.

Evitá alimentos tóxicos como: 
-      los tratados químicamente
-      alterados genéticamente 
-      procesados 
-      enlatados 
-      congelados
-      fritos 
-      edulcorados
-      Todos los estimulantes como café, alcohol, tabaco y bebidas excitantes desequilibran Vata, así como también el azúcar.

Del mismo modo, y en la medida de lo posible, hay que reducir actividades que alteren este dosha como: situaciones de estrés, los viajes largos, acostarse tarde y pasar mucho tiempo frente a la televisión.
Estos consejos son especialmente recomendables para personas que tengan tendencias depresivas, ya que estados de apatía y depresión aumentan en estas fechas por los cambios atmosféricos, la inestabilidad y la reducción de horas de luz.

Vata se aloja en el Intestino Grueso con lo cual es la época perfecta para realizar una limpieza de colon. Importante también ingerir probióticos para repoblar nuestra flora intestinal, tanto en complementos como en alimentos mediante fermentados como el chucrut, el miso, el tempeh o el kéfirRecordemos que a través de nuestra microbiota se genera nuestro Sistema Inmune.

Tomar alimentos dulces, calientes, untuosos, cocidos, con aceites suaves como el de oliva o ghee. El ghee o la mantequilla clarificada, es muy recomendable para tomar en esta época del año, por sus cualidades de dulce, untuosa y nutritiva será una manera perfecta para preparar nuestros platos de legumbres y cereales. Es una de las grasas más fáciles de asimilar por nuestro cuerpo, aunque venga de la leche podes consumirlo sin problemas si sos intolerante a la lactosa y además no eleva los índices de colesterol.

Con respecto a los cereales integrales y las legumbres; estas ultimas siempre aderezadas con especias que nos ayuden a digerirlas mejor y evitar gases, como por ejemplo: laurel, pimienta, hinojo, anís, comino, nuez moscada, clavo, jengibre y perejil.

Alimentos calientes y fáciles de digerir van a ser ideales como sopas y cremas de verduras elaboradas con alimentos nutritivos y que contegan el elemento tierra ya que Vata necesita enraizarse.
Ejemplos de alimentos tierra: zanahoria, calabaza, berenjena, cebolla, puerro, remolacha, pepino. 

Utilizar especias como jengibre, canela, cardamomo, comino y cúrcuma para ayudar a tener buenas digestiones y fortalecen la inmunidad.

Tomar agua caliente, sobretodo por la mañana en ayunas y por la noche. Tomar una infusión relajante por la noche es una buenísima costumbre, nos hidrata, calma el Vata y además nos ayuda a conciliar un sueño tranquilo.

Es muy importante igualmente el controlar y mantener horarios. Vata tiende al descontrol y a la dispersión, por ello es necesario comer siempre a la misma hora, no saltarse ninguna comida y comer en un estado tranquilo y de armonía.

Tomar el desayuno temprano, ya que la noche es más larga, y es conveniente no comer tan tarde por la noche, es aconsejable acomodar todos los horarios de comida un poco más temprano. Intentá irte a la cama sobre las 10pm.


Si mejoramos nuestros hábitos alimentarios, y promovemos nuestros pensamientos y emociones positivas, es posible influir sobre nuestra neurofisiología, retardando así el proceso de envejecimiento prematuro y dándole salud a nuestro cuerpo y piel.




Las personas Pitta (más ejecutivas, de contextura intermedia, buena digestión, calurosas, de pensamiento lógico, con tendencia al enojo frente al estrés) si están desequilibradas van a tener tendencia a ponerle sal a la comida antes de probarla; equilibradas, van a preferir alimentos frescos, más amargos, más dulces en el sentido más amplio. 

Las personas Kapha (más robustas, más estables, con digestión lenta y tendencia al sobrepeso) cuando están equilibradas, van a tener tendencia a buscar alimentos más calientes, que les faciliten la digestión y les aligeren el cuerpo; desequilibradas, van a buscar el dulce excesivo que las lleve a aumentar su tendencia al sobrepeso. 

Las personas Vata (de constitución más menuda, mucho más movedizas, de piel seca, más friolentas, con tendencia al insomnio, a los dolores, a la constipación, a la distensión abdominal) cuando están equilibradas van a tener tendencia a comer alimentos más húmedos, más suaves, más calientes, más nutritivos, de manera más regular, y desequilibrados van a olvidarse de comer, o comer alimentos más fríos, más secos; o van a comer una golosina que rápidamente les dé calorías porque están preocupados y no pueden comer. Hay personas que tienen más tendencia a comer equilibradamente y otras más desequilibradas. Hay que auto-observarse y aprender a encontrar el propio equilibrio.    

El Ayurveda es así de sencillo: simplemente hay que estar en consonancia con la Naturaleza y saber conectarnos con nuestro entorno y los ritmos de nuestro cuerpo.

Otras recomendaciones
Utilizar productos cosméticos naturales, ya que son los que están llenos de prana o energía vital. Esto es de suma importancia porque para el Ayurveda la piel es como una gran lengua que absorbe todo lo que colocamos sobre ella, pasando estas moléculas directamente al torrente sanguíneo, para después ser  distribuidas en el organismo y participando en la renovación de los tejidos.

Un sueño reparador es muy importante para la recuperación y desintoxicación de la piel, que ocurre cuando estamos descansando. Establecer hábitos para un sueño reparador es vital para su renovación. El Ayurveda recomienda dormir entre 7-8 horas diarias, siendo un horario general levantarse a las 6h y acostarse a las 22h.
Evitar la deshidratación. Para el Ayurveda, beber agua está en estrecha relación con la constitución, el estilo de vida y la época del año. 

Mantener una actitud positiva ante las situaciones y las personas que interactúan con nosotros.Para mí, esto es lo más importante de todo, ya que las emociones negativas bloquean los canales energéticos sutiles (nadis) de nuestro organismo, favoreciendo la acumulación de toxinas. Puesto que somos seres psicosomáticos y es la mente la raíz de todas nuestras enfermedades y desequilibrios, aunque sea difícil (porque lo es) debemos enfocarnos en ver a cada situación y a cada persona como parte de nuestro crecimiento espiritual, por lo que lo mejor que podemos hacer es: Aceptar, soltar y agradecer.

Otro concepto importante para esta época es la realización de depuraciones suaves. Nuestro cuerpo es muy noble y hace gran parte del trabajo solo, pero en todos los ámbitos donde nos movemos la “limpieza” es importante. Hay alimentos que tienen la propiedad de ayudar a la limpieza de nuestro aparato digestivo, y una mayor limpieza va a llevar a mejor funcionamiento, disminución de alergias y de enfermedades degenerativas. Los alimentos por ejemplo amargos, de hoja verde, tienen elementos químicos que ayudan a una buena evacuación, tienen componentes químicos que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares. El exceso de sabor dulce a lo largo del tiempo puede producir enfermedades degenerativas. Las hojas verdes y  negras y las plantas medicinales tienen esta función depurativa. Entonces: para el otoño, alimentos sátvicos y depuraciones livianas.

El otoño es la puerta a una época de recogimiento. Por lo que, como consejo personal, habría que aumentar nuestros paseos por la naturaleza, los momentos de meditación e incorporar algún tipo de yoga suave a nuestra rutina.
Lo importante es desconectar, limpiar energías, pasear, relajarse, meditar... lo que sea que nos recargue y equilibre las energías.

Receta para el Otoño
Depuración con cuatro plantas medicinales combinadas: Diente de León; Bardana; Llantén y Cola de Caballo (las compran en cualquier dietética). El diente de león y la bardana ayudan a la depuración hepática y de la sangre, también del aparato digestivo; el llantén es tónico del aparato digestivo y la cola de caballo es depuradora de la vía urinaria. Lo que se hace es una combinación de partes iguales de cada una de estas plantas medicinales, por ejemplo 50 gramos de cada una de ellas y se mezclan. Se toma una cucharada de té de la mezcla por cada taza que se vaya a consumir durante el día: 800 cc de agua, aproximadamente. Se hierve tres a cinco minutos, se deja reposar diez, se cuela y se coloca en un termo o en la heladera y se bebe cuatro tazas diarias. Conviene tomarla tibio o caliente. Se descarta el resto de lo que sobró al fin del día. Una sugerencia es no tomarlo después de las 8 de la noche para no levantarse a orinar. Esto no lo pueden tomar embarazadas. 
Es ideal hacerlo los diez días antes y los diez días después del cambio de estación. Para las mujeres también se puede hacer en la segunda mitad del ciclo, después de la ovulación, para reforzar el proceso natural del organismo.
 


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